DIRECCIÓN EMPRESARIAL DURANTE UNA CRISIS

Encontrando inspiración sobre dirección empresarial en la historia del creador de Honda Motors

Una de las historias más inspiradoras de liderazgo y dirección empresarial que conocemos, en Inversiones Andes, es la del japonés Soichiro Honda.

Es que muy pocos líderes empresariales han tenido que lidiar con tantos obstáculos, para sacar un sueño adelante, como lo hizo el Sr. Honda.

Decirle que él no tenía capital para llevar su idea adelante, no sería nada nuevo, en el mundo de los emprendedores con historias de éxito. Pero lo que hace al Sr. Honda «unico» son algunos de los obstáculos que tuvo que superar:

  • Su país se vió involucrado en la guerra más grande de la historia.
  • Los aviones enemigos destruyeron varias veces su fábrica.
  • Un terremoto terminó con todas sus reservas.
  • Su país quedó destruido producto de que perdió la guerra.
  • No tenía mercado que pudiera comprar su producto.
  • En fin..

Le dejamos con la historia de Soichiro Honda, uno de los líderes empresariales que nos ayudarán a mantener el espíritu en alto, independiente de las circunstancias.

dirección empresarial

Dirección Empresarial del Sr. Honda

Soichiro Honda trabajó como mecánico en Tokio desde los 15 a los 21 años. Y con la experiencia que adquirió montó su propia fábrica de pistones, los cuales no cumplieron los estándares de calidad de sus clientes y la empresa rápidamente quedó sin fondos.

En su búsqueda por financiar su joven empresa, el Sr. Honda tomó una opción que pocos hombres habrían tomado. Buscó las joyas de su esposa para empeñarlas y seguir financiando su emprendimiento.

La maniobra no funcionó y poco tiempo después la fábrica quebró. El Sr. Honda decidió volver a estudiar para mejorar la calidad de sus pistones.

Durante el día estudiaba y en las noches trabajaba intentando mejorar el diseño de sus pistones. Cuenta que se quedaba dormido en su mesa de estudios, con grasa hasta los codos intentando mejorar su producto.

El esfuerzo no daba frutos

Después de años de esfuerzo, finalmente diseñó el anillo de pistón que estaba seguro de que Toyota Corporation compraría. Cuando se lo llevó, lo rechazaron.

  •  ¿Estaba frustrado? ¡Se lo aseguro!
  • ¿Estaba quebrado? ¡Si!
  • ¿Se dio por vencido? ¡De ninguna manera!

Es más, los siguientes dos años se pasó buscando formas de mejorar el anillo del pistón que había creado. Tenía la fórmula de una dirección empresarial exitosa y sus ingredientes eran:

  1. Sabía con claridad lo que quería.
  2. Hacía todo lo que estaba a su alcance.
  3. Era muy exigente con el mismo.
  4. Era flexible en los métodos que usaba para alcanzar sus metas.

Finalmente, y después de dos años de prueba y error, creó una nueva versión de su pistón. Esta vez Toyota lo compró.

Una nueva dificultad aparece

Pero otra dificultad se le puso en el camino, para la construcción de su fábrica de pistones el Sr. Honda necesitaba cemento.

Sin embargo, el Gobierno Japonés se estaba preparando para la Segunda Guerra Mundial, y estaba ocupando todo el cemento que estaba disponible en el mercado.

Por lo que el Sr. Honda no encontró ningún comercio que le vendiera las bolsas de cemento que necesitaba durante esa temporada.

Una vez más, parecía que su sueño se frustraba. Parecía que nadie lo ayudaría. De nuevo parecía que no podía hacer otra cosa más que rendirse,

¿Renunció? ¡Absolutamente no!

Había decidido construir esa fábrica. Por lo que reunió a un grupo de sus amigos, con el cual trabajó durante semanas para encontrar una nueva forma de fabricar cemento hasta que lo logró.

Honda construyó su fábrica y finalmente pudo comenzar la producción de sus anillos de pistón. Pero por favor siga leyendo, porque aún no termina.

Dirección Empresarial en Guerra

Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos varias veces bombardeó la fábrica, de Honda, destruyendo la mayor parte de las instalaciones.

Pero en lugar de sentirse derrotado organizaba a su gente e ideaba formas de continuar con la fabricación de pistones.

«Miren esos aviones, necesitamos averiguar dónde arrojan sus latas de combustible, porque contienen las materias primas que necesitamos para nuestro proceso de fabricación. Son un regalo del Presidente Truman»

Soichiro Honda

Las latas de combustible estaban hechas de materiales que no se podían obtener en ninguna parte de Japón. El Sr. Honda tenía el hábito de darle un giro a las situaciones y sólo tomar lo positivo, desechando lo negativo.

Pero finalmente, un terremoto arrasó su fábrica y se vio obligado a venderla a Toyota.

Cuando terminó la guerra, Japón estaba devastado. Los recursos eran escasos en todo el país. El combustible estaba racionado y el Sr. Honda ni siquiera podía obtener suficiente para llevar su automóvil al mercado, para comprar comida para su familia.

Pero en lugar de sentirse derrotado o indefenso, nuevamente tomó una nueva decisión. Decidió que no se conformaría con esta calidad de vida.

«La necesidad NO es la madre de la invención. Negarse a aceptar las cosas tal cual son, es la madre de la invención»

Les Brown

Las preguntas son la respuesta

El Sr. Honda comenzó a hacerse preguntas poderosas, aquellas que le hacían ver formas creativas de usar los recursos de que disponía:

  • ¿De qué otra manera puedo conseguir alimentos para mi familia?
  • ¿Cómo puedo usar mis recursos disponibles para llegar al mercado?

Vio un pequeño motor que tenía, era de una cortadora de césped y tuvo la idea de conectarlo a su bicicleta. En ese momento, se creó la primera bicicleta motorizada, la «Moto-Cicleta».

Era su medio de transporte para ir y venir del mercado, y muy pronto sus amigos le pidieron que les hiciera un modelo para ellos también.

Poco después, había fabricado tantas «moto-cicletas» que se quedó sin motores, por lo que decidió construir una nueva fábrica para desarrollar autónomamente los suyos. Pero no tenía dinero, y Japón fue destrozado. ¿Cómo lo haría?

La perseverancia paga

En lugar de darse por vencido y decir: «No hay forma», se le ocurrió una idea brillante. Decidió escribir una carta a todos los propietarios de tiendas de bicicletas en Japón, diciéndoles que creía que tenía la solución para que Japón volviera a moverse.

La moto-cicleta sería lo suficientemente barata y ayudaría a las personas a conseguir lo que necesitaban. Luego pidió a los propietarios de tiendas de bicicletas que invirtieran en su negocio.

De las cerca de 10,000 personas que recibieron una carta, 3,000 le dieron dinero al Sr. Honda, y él comenzó con la fabricación de su primer modelo. El cuál no fue un éxito.

La moto era demasiado grande y muy pocos japoneses la compraron. Entonces, una vez más, reaccionó ante lo que no estaba funcionando y, en lugar de darse por vencido, cambió de nuevo su enfoque.

Decidió deshacerse del primer modelo y hacerla mucho más ligera y pequeña. El nuevo modelo se convirtió en un «Éxito en ventas de la noche a la mañana«, Honda ganó el premio del Emperador de Japón. Todos lo miraron y pensaron cuán «afortunado» era por haber tenido esta idea.

¿Tuvo suerte? Tal vez, sí.

Sí tener suerte significa nunca rendirse a pesar de los problemas y confiar en los fundamentos de una excelente dirección empresarial.

Lecciones de Soichiro Honda

Hoy la compañía del Sr. Honda es una de las más exitosas del mundo. Honda Motors emplea a más de 100.000 personas y vende más automóviles que Toyota en varios lugares de mundo todo porque su creador:

  • Nunca se dio por vencido.
  • Nunca dejó que problemas o circunstancias se interpusieran en su camino.
  • Él estaba decidido que siempre hay una manera de tener éxito, si realmente se está comprometido.

Esperamos desde Inversiones Andes que la historia del Sr. Honda sea tan valiosa para usted como lo es para nosotros, y le sirva de aliento el ver cómo reaccionó un gran líder en momentos de máxima incertidumbre.

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